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Quería dar la bienvenida y las gracias, a todos aquellos que visiten mi blog.
Agradecería el comentar alguna entrada, simplemente para saber lo que puedo mejorar.

¡Muchas gracias!
¡Un beso!

viernes, 8 de julio de 2011

Valentía e inocencia

+Vamos, pequeña, ve a tu habitación,
Has de descansar, mañana, será otro día.
- Pero, mamá, ¿dónde está papá?
Volvió a salir temprano, y aún no ha llegado.

Con lástima la madre se cubría,
Una herida en el brazo que le dolía.
- ¿Qué te ha pasado? ¿Te has golpeado?
+ No te preocupes pequeña, ve a dormir ya.

Yo le miraba, ella se entristecía,
Mis ojos decían ¿Por qué?
Mi inocencia no quería ver nada.
+Papá volverá pronto, ya lo verás.

-¿Me lo prometes? ¿De verdad?
+ Claro que sí, princesa. Él pronto llegará.

Yo me entristecía, viendo que cada día ni lo veía.
Él le gritaba a mamá, yo no sabía qué pensar.
Era tan pequeña, mi inocencia me podía.
Veía cada mañana, la luz del cuarto encendida.

Me abrazaba a mi osito, y escuchaba solo gritos.
Entonces corría a mi habitación,
Me acostaba en la cama sin entender,
Que ahí algo estaba pasando.

-Todo va bien, ¿Verdad amigo?
A mi oso le contaba.
-No sé que pasa, pero tengo miedo.
A él le confesaba.

Escuchaba sollozos, cosas caer,
Escuchaba a mamá llorar. ¡No puede ser!
Escuché la puerta cerrar, de un portazo, no más.
Me hice la dormida, cuando oí a mamá entrar…

+Mi pequeña, lo siento de verdad.
Me besó la frente, y se fue a dormir de verdad.
Me di la vuelta, ella no se dio cuenta.
Entonces la miré, y entendí que algo iba mal.

-Osito, ¿Crees que he de preguntar?
Él no contestaba, yo ya tenía dudas.
Mamá tenía una venda en la mano,
Y la cara, llena de marcas.



No quería llevarme al colegio,
Me dejaba a cargo de otra mamá,
O cuando salía,
Una bufanda recubría su cara,
Para que nadie dijera nada.

Otra noche no aparecía.
-Mamá, ¿él nos quiere, verdad?
+Claro que sí, pequeña… Vamos, es hora de dormir…
Mi mamá me advertía, sin saber lo que podría pasar…

Él cada vez más tarde llegaba,
Yo no podía dormir,
No atendía en clase.
¡No sabía vivir así!

Hasta que un día me armé de valor
Salí de mi cuarto a plena noche,
Ese fue un gran error…

Tan inocente yo,
Mis seis años lucía,
En la puerta de mi habitación,
Me quedaba temblando.

Oí a papá llegar,
Decidí esconderme en el baño,
Abracé a mi osito temblando…
No sabía que estaba pasando.

Fue entonces cuando entró a su habitación.
Mamá dormía, o eso parecía,
Cuando entonces él gritó
* ¡Sucia perra, quita de ahí!

Él parecía bebido,
Ella parecía asustada,
Me asomé a su habitación entrecerrada,
Y desde ahí, lo observé, alucinada.

* ¡Qué haces ahí! ¡Te he dicho que no!
Él le gritaba, ella parecía asustada
En una bola en la cama, con la mano levantada
Para que él no le hiciese nada

+ No grites por favor, tu hija está durmiendo…
* ¡Como te atreves a hablarme así!
Yo no sabía qué hacer, abrazaba a mi osito
Esperando que mamá me despertase diciendo
“Mi amor, solo es un sueño estúpido”

Entonces él levantó su mano,
Y vi chocar su mejilla,
Ella lloraba diciendo.
“Te va a escuchar tu hija”

Él nombraba palabras muy feas,
Mientras me nombraba a mí.
Ella lloraba en silencio,
Yo quise volver a dormir…

Asustada, comencé a llorar,
Mi madre me escuchó,
Él no se percató.

Con la mano me dijo “Ve a tu cuarto, pequeña”
Yo negué con la cabeza, asustada de ella.
Ella insistió, y no pude aguantar

- ¡¡Qué le haces a mi mamá!! ¡¡Déjala, déjala!!
Yo lloraba, con mi osito abrazada
* ¿Te atreves a preguntar, sucia mocosa?
Sus palabras me dolían, a pesar de que no entendía…

Del brazo me agarró, y a la cama me tiró,
Junto a mi mamá me abracé y a las dos nos golpeó.
No tenía piedad, ¡Nos quería matar!

+¡¡Deja a la niña, por favor!! Haz lo que quieras,
Pero conmigo, ¡déjala!
Mamá suplicaba.
Yo me abrazaba a ella.

- Te quiero, mamá, te quiero…
Le decía, no sabía si aquél era nuestro final.
Entonces el hombre se acercó,
Pistola en mano, apuntándonos a las dos.

Cerré mis ojos, y me aferré en su pecho,
Sintiendo su calor, y su corazón bombeando.
Llorando esmorecida, le gritaba lo que sentía.
No sabía por qué, no lo entendía…

-Has sido muy valiente mamá, gracias por luchar hasta el final.
Llorando le decía, sin saber si lo entendía.
Cerré mis ojos, caí en ella, no quería oír más,
Quería estar junto a ella, no me quería separar.

Entonces el hombre, lleno de furia,
Se acercó a las dos,
Sentí mi corazón parar, y caer…
Caer junto a mi mamá…

Att;Aje

miércoles, 6 de julio de 2011

Miradas ocultas

He vivido ante una sonrisa,
Que ni si quiera era mía.
He mirado unos ojos,
Que si quiera me pertenecían.

Me ha cautivado su voz,
Cuando decía, cualquier tontería.
Me he enamorado de su mirada.
Cuando intimidaba, mirara, como mirara.

He olvidado el significado de anestesia,
Pues siento todo tal y como pasa.

He mirado el mal, con el viento a mi favor.
Gritando en silencio, lágrimas ocultas.
Mientras brotaba en mí, algo que quería proteger.

“¿qué te pasa?” Me han llegado a preguntar
“No pasa nada…” No sabía mentir ya…
“No lo ocultes, cuéntame” Ocultaba mi rostro…
“No llores, por favor, confía en mí” No paraba de llorar…

Mientras mi interior decía:
Sufro por ti, no te puedo dejar de amar,
Siento algo por dentro, ¡No me deja respirar!
Algo me aprieta la garganta, no puedo dejar de llorar.
Necesito que me abraces, sólo una vez más.

A sus ojos miraba en pensamiento:
¿Por qué no me quieres, qué hice yo mal?
Sé que soy como tú, miento… Peor, o más…
Sé que no soy perfecta, ni lo intento ser, en realidad…

Mis ojos me delataban, compañeros me decían.
Yo le miraba, ¡De verdad, no actuaba!
Aunque ese fuera mi sueño, yo de ti no me apartaba…

Cada noche sueño a tu lado, derramo lágrimas sin querer.
Respiro tu aliento, y huelo tu pelo.
Te susurro te quiero, y me puedo dormir…
Luego abro los ojos, ¿Por qué mi subconsciente me vuelve a mentir?

¡Maldito corazón! ¿A qué estás jugando?
¡¡Cobarde, razón!! ¿Por qué no estás luchando?

Mi cabeza se fue de vacaciones,
Mi corazón no puede más.
Mis lágrimas están secas
Y yo no puedo más…

Att; aje

martes, 5 de julio de 2011

No existe el olvido

Ya sé que no sientes lo mismo,
Déjame soñar.
Ya sé que sin mi es más ameno,
Pero ya me da igual.

Pensé que no tenía miedo,
Pensé que esto era valentía,
Pensé que aquello era sincero,
Pensé que por dentro me moría…

Olvidé la sonrisa, porque la suya compensaba,
Olvidé como mirar, porque sus ojos resplandecían,
Hasta tal punto que olvidé qué más había.

Oculté todo, como aquél túnel detrás de un póster,
Que narra el camino hacia la libertad.
Me preocupé en sonreír por un camino.
Sin darme cuenta que era el camino fallido…

Creí lo que la gente decía,
Sin hacerle caso a mi conciencia.
Lloré lo que la gente insultaba,
Ya no sabía sentir indiferencia.

¿Habrá mundo para gente con corazón?
¿Existe algún momento en el que de verdad, fallé yo?
¿Qué mal le hice al mundo, si ya he pagado tanto?
Sólo quiero salir, de todo este espanto…

Tengo miedo de querer,
Porque ya no sé sentir mal…
Tengo miedo de olvidar,
Porque todo lo que sentí, no era normal…

No soy una persona de olvidar,
Pues olvido las palabras,
Y me quedo con el “Pero quizás…”

Olvidé el recuerdo de tu abrazo,
Pero sigo sintiendo tu calor.
Huelo tu pelo, cuando abrazo mi almohada.
Veo tus ojos, cuando sueño contigo…

Att; Aje

lunes, 4 de julio de 2011

En algún sitio, en algún lugar.

Ahogaré en suspiros un amanecer innato,
Conseguiré caminar entre todos los pinchos de este mar oculto.
Lloraré a mares, frente a las desgracias que me enfrentan.
Seré esa misma idiota, que siempre vuelva a caer…

Creeré en un futuro mejor, con pañuelos en las manos.
Me arrodillaré, para limpiar mis heridas, olvidándolo todo.
Quizás deje que se infecten, y dejar de sentir dolor, de esa manera.

Cegaré mis impulsos, con un simple recipiente.
Anestesiaré el dolor, hasta que pueda reír sin darme cuenta.
No sentiré si estoy rodeada de cactus, o de personas.
Ya olvidaré, si el que está sentado a mi lado es mi corazón, o mi amargo dolor…

Me impulsaré al fondo, pensando que es el mejor camino.
Respiraré en el agua, sin darme cuenta de que no respiro, sólo ahogo.
Fracasaré en el intento de salir, pues ya es demasiado tarde.

Miro a mí alrededor, ¿Por qué está todo vacío?
Observé aquél barco ahogado. ¡Yo en ti aún confío!
Nadé hacia él, sin importarme el peligro.
Saqué todo el agua de él, sin alcanzar el pie al suelo.

Yo me subí a su lomo, creyendo que era verdad…
Las otras eran lanchas que salpicaban, sin tener apenas piedad.
Reían, sin saber el significado de la verdadera felicidad.
Yo les gritaba, sin sentido, estaban ensordecidos…

Fue mi barca, nadie creyó en ella.
Me intenta proteger, pero está mayor.
Intenta hacerme feliz, pero ya se rindió.
Sonríe por mí, pero el esfuerzo, solo lo saco yo.

Ahora, no sé navegar, nací sin mangos.
Pronto aprenderé, y mi actitud, la avanzará.
Será nueva, en mis manos estará.
Aunque a veces, en submarino vulgar, se convierta.

No respiro desde abajo, pero me acostumbro.
Casi no veo nada, pero no es tan incómodo.
Lloro por el frío, la soledad.
Pero sé que pronto impulsaré con mi barca, y saldré a flotar.
Aunque para eso, mucho ha de pasar…

Att; Aje

Una muerte anestesiada

En mis sueños aparecí, entre rosas escondidas.
Creyendo que aquello era felicidad.
A sus ojos miré. Me quedé sorprendida.
Creyendo que aquello, era de verdad.

El rosal me clavaba las espinas.
Realmente, no lo notaba, parecían cosquillas.
Sonreía con la ilusión,
Pero mi corazón fracasó

Aunque crecí, el dolor no cesó.
Realmente lo intenté, sólo profundizó.
Mi corazón creí arreglado,
Y sólo me había equivocado.

Agarré su mano, con mis ojos cerrados.
Escuché su voz, ensordecida entre llantos.
Salté para caminar, a pie roto.
Y sólo conseguí, caer una vez más…

¿De verdad esto es la vida?
Si es así, no quiero sentir más.
¿Es verdad que el karma existe?
Si es así, deberá actuar ya.

Estoy cansada de ser buena persona,
Quiero ser un diablo, ¡matar ya!
Quiero olvidarme de los sentimientos,
Y sacarlo todo a pasear.

Necesito gritar su nombre,
A orillas de aquél mar…
Solo derramar lágrimas,
Y beber para anestesiar.

Correré por la orilla de aquél lugar,
Con una botella en mi mano, beber para olvidar.
Me tiraré allí, como si nada.
Y ebria, me quedaré dormida.

Una carta habrá en mi mano.
“El verdadero sentimiento, no quiero sentir”
Dentro de esa carta explicará,
La razón por la que no quiero existir…

Mis palabras irán añadidas,
A un sueño profundo,
En el cual gritos escucharé,
¿Gritos? Perdón, creo que me equivoqué…

Att; Aje