Vistas de página en total

Bienvenidos

Quería dar la bienvenida y las gracias, a todos aquellos que visiten mi blog.
Agradecería el comentar alguna entrada, simplemente para saber lo que puedo mejorar.

¡Muchas gracias!
¡Un beso!

domingo, 1 de abril de 2012

¿Casar? (Tiene faltas, por estar escrita desde el móvil)

- Adele… - Dijo mientras me miraba a los ojos en aquél parque, donde nos dimos nuestro primer encuentro y el cuál fue testigo de muchos más encuentros. - ¿Sí? – Dije mientras lo miraba arrodillarse en medio de tanta gente. - ¿Quieres casarte conmigo? – Me sonrojé, no me lo esperaba y a pesar de mi indecisión ante la idea de tal tamaño, emocionadísima le dije que sí y acto seguido él puso el anillo en mi dedo. Le abracé y lo besé como si fuese la primera.
Al marchar, esa misma noche, emocionadísima corrí a llamar a mi mejor amiga. Cogí el teléfono y con gran alegría aunque un poco de indecisión comencé a hablar. - ¿Luz? ¡Hola, Luz! ¿A que no sabes qué? ¡No te vas a creer lo que ha pasado! ¡Es genial, tía! – Ella respondió, intrigada y con voz alegre. - ¿Qué pasó, cariño? ¿Qué pasa? – No podía resistirme más el contárselo. -¡TAYLOR ME HA PEDIDO QUE ME CASE CON ÉL! ¡A que es increíble, Luz! ¡A que es increíble! – Decía con gran emoción aunque ella no contestó. -¿Luz? ¿Estás ahí? ¿Me has oído? ¡Me ha pedido matrimonio! – Decía aún emocionada y ella contestó con una voz un poco más apagada. – Oh… Eso… Eso es genial, me alegro mucho por ti Adele… Te lo mereces… - Sentí que algo dentro de ella no iba bien y creí que ella necesitaría hablar, así que le propuse quedar mañana para contarle todo y ella que me contase lo que le pasase. Ella aceptó.

Pasó el día y salí con Luz. Le abracé no más verla contándole lo emocionadísima que me sentía por eso a demás de que no me lo esperaba. Ella se alegró por mí, aunque yo no la sentí creíble. Le miré y le pregunté. – Luz… Venga, va… cuéntame qué te pasa. Tú no eres así – Ella negó mientras no podía ni mirarme a la cara.
Le agarré de la barbilla y le miré a los ojos. – Pequeña, tú no eres así y no puedo estar bien por semejante noticia si tú no estás bien… - Ella negó. – No, no puedo chafarte la noticia… - Decía mientras trataba de retener las lágrimas, me abrazó. –Te lo mereces, él puede darte mucho y todo lo que tú quieres y necesitas… No lo dejes escapar… No… te vallas con nadie que no… sea él… Es un buen… partido… - Dejó escapar sus lágrimas al no poder retenerlas y yo la abracé con fuerza, sin saber exactamente lo que estaba ocurriendo. – Te quiero… - Decía ella con tristeza, le besé la mejilla con cuidado. – Yo también a ti, cariño. – Ella negó mirándome a los ojos entre lágrimas. – Lo siento… - Fruncí el ceño - ¿Por qué? – Se encogió de hombros. – Por lo que quizás haga a lo largo de la tarde… - Le miré extrañada. -¿Qué harás?- resopló secándose las lágrimas. -¿Podemos ir a caminar? – asentí mientras le agarré del hombro para tranquilizarla. – Cuéntame, ¿por qué te sientes así…? ¿Alguien que ronda tu corazón? – Decía mientras miraba al frente y ella bajó la cabeza. – N… no… - Sabia que me estaba mintiendo, pero no pude hacer nada, habia algo que me impedia reaccionar ante su actitud y yo, solo podia abrazarla e intentar animarla.
Llego la hora en la que me debia marchar a casa, era hora de volver, asi que en un momento de silencio, se lo dije. -Bueno Luz, sera mejor que vuelva ya a casa, esta oscureciendo y estoy muy cansada, si quieres te acompanho un poco hasta el parque y ya... - ella me interrumpio. -Para nada, quiero asegurarme de que llegues bien a casa asi que te acompanhare yo - A decir verdad, no tenia ganas de ir sola a casa, por lo que acepte.

No mas llegar ella me miraba y supuse que se despidiria antes de yo entrar. La mire y me miro. Saque las llaves y me dispuse a entrar pero ella me paro antes de hacerlo acercandose a mi. Me miro a los ojos un poco por encima dejandose caer en la pared, con la mano sobre la mia.-No puedes casarte... - dijo cerca de mi mirandome con sinceridad a los ojos. - No quiero perderte...- le miraba. - No me perderas, no se por que dices eso... - dije mientras no dejaba de mirarla. -Porque joder es que... Llevo mucho tiempo en silencio... - Mas tarde, se fue acercando lentamente a mi hasta rozar mis labios. Me quede congelada, inmovil y sin poder reaccionar. Pero a pesar de eso me deje hacer. Jadeante le mire a los ojos. -Lo siento- dijo ante el mejor beso que habia recibido nunca y no sabia exactamente que podia significar aquello. Le agarre de la nuca impidiendo que se escapase de mi y la volvi a acercar para besarla. Tras hacerlo, le invite a entrar en casa y nos sentamos en el sofa con la television puesta, pero no le haciamos ni caso. El sillon era testigo de algo que no sabia por que estaba sucediendo pero sabia que no traeria nada bueno. Quede dormida sobre ella en el sofa y me desperte antes que ella. Me quede indecisa ante mi semi-desnudez, sin saber exactamente que habia ocurrido ahí. Mas tarde ella desperto y al verme echarme las manos a la cabeza pidio disculpas y yo negue. - Esto no puede volver a pasar, Luz... Me voy a casar y yo... Tenia el futuro perfecto, por que... Ahora por que??- me miro. -tan malo fue?- rei con ironia -ojala fuese eso- me miro extranhada. - que quieres decir? - le mire a los ojos con estos enlagrimados -que han sido las mejores horas de mi vida y que, rozar tus labios es lo mejor que me ha pasado nunca, joder que me ha encantado y me ha puesto mas que cualquier otro beso de Taylor y no... - resople mirandola. -esto no puede volver a pasar- dije, mas tarde sono el timbre. - mierda... Es Taylor, vistete, corre... - Mientras ella se vestia corri a abrir a Taylor explicandole que Luz habia dormido en casa porque quedamos para ver una pelicula y que ya se iba, pero justo al salir, el, a modo de celebracion decidio invitarla a comer a un restaurante e insistio en ello. Comento que tambien iria un amigo suyo.
Estabamos comiendo cuando al terminar el primer plato me levante para ir al banho y ella me acompanho mientras Taylor y Cris, su amigo se quedaban hablando. Ella me miro antes de entrar y entro al mismo banho conmigo. Le mire, me miro. Me mordi el labio mirandola agarrandome a la pared. - no puedo con esto... No se con esto, Luz... - ella se acercaba a mi y paso sus labios rozandolos por mi cuello. -tengo la necesidad de sentirte todo el rato...- ella acaricio mi cintura dirigiendose a mi tripa y bajando. Jadeante decidi no resistirme y volver a hacer lo que me doleria reconocer alli mismo.

Taylor y Cris comentaban la tardanza y uno de ellos objeto que era normal, pues las mujeres teniamos mas cosas que hacer en el banho.

-Deberiamos volver- dije mientras la miraba de cerca. Ella asintio mientras se quedo abrazada durante un segundo. - esto... No puede volver a pasar, Luz... Esta es la ultima eh... - suspire, sin saber exactamente que hacer. Ella beso levemente mis labios y asintio con tristeza.

Volvimos a la mesa y Cris se atrevio a preguntar - Eh, chicas. Como habeis tardado tanto? - me puse algo nerviosa y Luz, respondio por mi. - un problemilla sin importancia con el cinturon- le mire palida y trague. Mire a los chicos y me sente entre medio de Taylor y Luz.

Suspire y Taylor trato de sacar la mitica conversacion. - bueno chicos, aun no me lo creo... Que nos casamos!! A que es increible??- decia con emocion mientras me abrazo. Luz me miraba sonriendo leve entristecida. - Luz, te pasa algo?- pregunto Taylor. - No, no tranquilo...- decia sin dar conviccion alguna. Entonces baje la cabeza y justo llego el camarero. -menos mal- susurre. Taylor me miro - que dices, cielo? - negue y el me beso la frente. Sonrei leve y mire a Luz.

La cena paso y Taylor me comento que iria con Cris un rato y le veria manana por la manhana. Dio la posibilidad de que saliese con Luz y yo me encogi de hombros. Luz, sin yo decir nada, acepto la idea.
Taylor y Cris se fueron tras pagar. Taylor se despidio de mi con un beso y de Luz, con dos. Cris hizo lo mismo que el con Luz. - cuidala, eh.- dijo Taylor a Luz amigablemente. Ella sonrio y asintio y yo, baje la cabeza. - de verdad que no te importa, cielo? - negue, no sabia lo que hacer. Me estaba dejando con la persona que odiaria dentro de poco. Cerre los ojos y deje que se fuera. Me dejo a solas con Luz y sabia que no seria capaz de resistirme.
-Vamos a mi casa a ver una peli? - propuso ella. Asenti, no podia hacer otra cosa. Le mire justo cuando Taylor se dio la vuelta en una esquina. - no puede pasar nada mas entre nosotras, Luz... No... Puede... Pa...sar nada, joder- decia mientras le miraba esos labios que anteriormente me dejaron dormida. Ella bajo la cabeza humedeciendose los labios para encogerlos mas tarde y asintio. Suspiro, suspire.

Llegamos a su casa y mientras yo iba eligiendo y poniendo la pelicula ella hizo palomitas. Nos sentamos en el sofa mientras veiamos una pelicula de miedo, las cuales normalmente no me asustaban, pero ese dia me sentia asustada por todo. Puso las palomitas entre nosotros y mientras cogia, miraba la television. Ella se quedo mirandome y yo, la vi. Se iba acercando a mi y sabia que no podria resistir. - por favor...- ella se acerco mas a mi mejilla y beso esta.
Una escena hizo un ruido brusco y me asusto. Me agarre a su cintura sin querer. Ella se rio y yo me sonroje. Suspire. - lo siento - baje la mirada, ella me agarro de la barbilla mientras miraba mis ojos. - jamas digas eso. - se acercaba a mi. -no, por favor- ella se mordio el labio y yo cerre los ojos. - rechazame... - susurro. - no puedo - declare. - por que? - pregunta. - eres como un vicio... Quizas no me puedas ocasionar el bien que necesito... - ella cerro los ojos y le dolio escuchar mis palabras. - como una droga que te aleja de la familia y aisla de todo el mundo? - asenti mientras una lagrima recorria mi rostro. - eres una droga sana y sabrosa que no me deja dormir en paz y hace que mienta cuando nunca lo hice... - ella nego. - no puedo parar si no me rechazas. - negue. - sabes que me es imposible... - mordi encias - por que? Joder, por que? - decia con enfado. - porque siempre te he querido, te he deseado y este es el mayor suenho de mi vida, pero se que existen maneras mayores de ser medianamente feliz y ser aceptada por todos.. - ella estaba cerca de mis labios y notaba mi propio nerviosismo. - entonces es por la sociedad? Por eso es? - negue mientras lloraba - es por Taylor, por lo que desde pquenha pienso y lo que deseo desde hace menos anhos atras. Es por lo que siempre he querido y lo que ahora quiero. Por lo que deseo y por el miedo al adios. Por miedo a su muerte y a dejar de sentirte como siempre he deseado sentirte y sobre todo porque justo cuando dejo de pensar en TODO momento en ti apareces y me dices que me quieres... Y se que te necesito tener asi, pero el... Toda mi familia sabe lo de la boda y... Son seis anhos... - le abrace con fuerza, mientras lloraba desolada. - te sientes confusa- me dijo. - me siento como una maldita mierda revuelta, vale la descripcion? - ella nego - porque es lo que mas se le parece- seguia negando. - no tienes que sentirte asi, pues eres como una princesa, como MI princesa - suspire - si... Como... - ella asintio. - lo siento asi, te quiero mucho, daria mi corazon por salvarte y estaria de acuerdo si me rechazas y dices que te deje en paz... - trato de sostener sus lagrimas - y ahora me lo dices asi... Me confundes y haces que te ame mas de lo que lo hago, joder... - me acerque a ella besandola mientras lloraba, sabiendo que despues me arrepentiria como nunca por empezar yo esta vez. Le eche en el sofa mientras la pelicula seguia su curso y la bese. Pasamos la noche, las estrellas fueron testigo del amor que derrochamos. Le hice sentirme, me hizo sentirla. Llegue al extasis mas completo que jamas habia llegado a sentir con Taylor y me olvide de el. Le sentia a ella, y ella a mi, de tal forma que nos evadimos del mundo. Fuimos al nuestro y cometi locuras que cometeria si no estuviese sobria, pero estandolo. Senti su piel desnuda sobre la mia, senti como si volase de su mano tranquilamente un dia de esos de verano en los que no hace sol. Me iba y volvia. Le dije que queria pasar el resto de mi vida con ella, pero que era muy dificil hacerlo.
Quise sentirla mas profunda sobre mi, y ella cumplio siempre todo lo que habia deseado. Le ame de nuevo y me volvio a amar. Senti que fue la noche mas hermosa de mi vida... Y luego llego el amanecer... El amor infinito tuvo que acabar para volver a una realidad a la que jamas podria llegar el placer de la noche. Me enamore de ella, otra vez y aun asi, queria a Taylor.
Taylor llamo al movil, - s...si?- conteste, aun desnuda sobre su pecho. - hola cieloooooooooooo - gritaba, borracho como una cuba. - estaaaas eeeen caaasaaaaa??? - decia. - estoy en casa de Luz, pero deja de gritar, joder. - dije - veeeen pa' ca yaaaaaa que te quiero veeer- sus andares se escuchaban y de repente se escucho vomitar. - Taylor??? - decia preocupada. - hay.. No vuelvo a beber eh... - balbuceaba. Resople. -ahora voy para tu casa-

Luz seguia dormida, pero tenia que despertarla. - Luz... - susurre, pero no sirvio de nada. - me mordi el labio y volvi a hacer caso a mi cabeza de abajo. Bese su cuello y ella desperto sonriendo. - hola carinho- sonrei. - me tengo que ir... - ella me agarro de la cintura - noooo... - me dio varios besos en la boca. - Tay me ha llamado... - ella me solto y le di un beso. - vale... Pues hasta luego... - me levante y me vesti. Ella se acerco por detras abrazandome y rozo con sus manos mi pelvis. - no... Ahora no, cielo... - besaba mi cuello. - prometeme que pensaras todo esto- asenti. - prometeme que no me odiaras por lo que elija. Ella asintio y yo suspire. Ya vestida me acerque a ella agarrandola de la cintura y le bese el cuello con lentitud, pasando mas tarde por sus labios. Mordi uno de estos y sonrei mientras.

Tras salir de casa de Luz, tarde un poco mas en llegar a casa de Taylor. Entre sin llamar, pues tenia la llave 'Tay? Estas ahí?' Oi vomitos en el banho y me dirigi. Lo vi vomitando y me acerque. -agg, carinho cuanto bebiste? - le pregunte, el paro de vomitar y me miro levantandose. Palido y con ojeras. - perdi la cuenta en el numero 10... - abri los ojos como platos. - Comooooo!?!? Mas de diez!!!?? Pero tu eres tonto o que te pasa? - me miro tras lavarse la cara. - Cris me convencio... - suspire - bueno vamos, que te voy a acostar, sera mejor... - el asintio y fuimos a acostarle... -sabes que me vendria bien ahora?- dijo aun entre los efectos del alcohol, los cuales pense que se le habian pasado. - el quee? - le mire - un buen polvo - dijo mientras me miraba de arriba a abajo, ya acostado. Negue. - estas borracho... - el me miro - si, y con ganas de ser tuyo... - dijo mientras ponia su mano agarrandome el pantalon, tratando de calentarme. - Taylor... Sabes que si empiezas... - me interrumpio - acabare. - sonrei y me deje llevar. Le bese, aunque sentia como si un ansia se me apoderase de mi y ese beso no fuese tan sentido. Pero eche a un lado ese sentimiento. Comenzo a desabrocharme la camiseta y me mordi el labio. Senti su mano caminar por mi cuerpo y sus labios tras estas. Senti extasis por mis venas. Pero no el completo. Tenia placer, pero no me senti plena. Sentia que un leve gemido se apodero de mi pensamiento, pero no fue mayor que el nombre que me susurraba mi mente: Luz.

El acabo, sin embargo no me sentia plena, si no todo lo contrario. Me sentia con ganas de mas peor no con el. Con Luz.
Me levante, me vesti y lo mire. Bese su frente y susurre. - lo siento - sali de la habitacion y me dirigi a la salita, cogi papel y boligrafo y comence a escribir. 'Lo siento, Taylor. Estos dias hice cosas que no estan del todo bien y necesito alejarme de ustedes un tiempo. Me siento atada y necesito volar. No me busques, pues no me encontraras. Tan solo imagina que estas con Cris de fiesta, podras ir y haz lo que mas desees hacer sin preocuparte de mi, vale? Sera mejor que no este, no trates de localizarme... No llevo el movil que tu crees, cogi otro y si tengo cualquier cosa te llamare en oculto. No quiero que sepas donde voy, no se lo cuentes a nadie y si preguntan, estoy con mi madre en el pueblo. Te quiero, no lo olvides... ' Firme con un beso dejando al lado mi movil, con la tarjeta sacada.
Cerre y se la deje en su habitacion, donde si la veria. Y sali corriendo. Llame a Luz desde una cabina y le dije que no me llamase, ni se preocupase por mi que estaria fuera por unos dias. Colgue antes de que pudiese contestarme nada y suspire. Corri lejos, hasta una parada de autobuses y me meti en la primera que encontre la cual iria mas lejos. Me monte y espere a que saliese, mientras miraba la gente despidiendose. Con lagrimas en los ojos observaba la lejania mientras el autobus andaba.
Llegue al ultimo destino y busque el motel mas cercano. No era muy bonito, pero era justo lo que necesitaba.
Esa misma noche, sali sola, fui a una discoteca y baile mientras me emborrachaba. Imagenes venian a mi cabeza pero me daba igual, pues estaba tan pedo que ni me daba cuenta de donde estaba. Conoci a una chica que pretendia ligar conmigo y me deje llevar. La miraba entre copas y ella comenzo a hablar sobre el lugar donde vivia, acercandose cada vez mas a mi.
Llego las cuatro y media. - Salimos de aqui? - le propuse, tratando de llevarla donde todo el mundo sabe. Ella sonreia y asintio. Me cogio de la mano, tratando de llevarme hasta la puerta y salimos del local al patio. Me eche en la pared y ella se fue acercando. - voy a tener que contarte mas cosas sobre mi antes de besarte? - me mordi el labio y negue. Ella rozo mis labios y yo deje que ella hiciese mientras sonreia. Termino rindiendose a aquella batalla de quien resistia y me beso. Sonrei mientras me agarre de su cuello y ella puso sus manos delicadamente sobre mi cintura, llevandola a mi trasero delicadamente.
Me ofrecio ir a su casa y acepte.
Llegamos a su casa y entre besos, abrio la puerta. Aun estaba borracha y me dejaba llevar por ella. Sentia como sus manos intentaban descubrir cada parte de mi cuerpo y me deje hacer. Queria ser el centro de todo y lo fui. Ella quedo dormida de nuevo al lado mia pero a pesar de los gemidos realizados en el acto, no me sentia nada plena. Algo me faltaba, pero... Que? Necesite descubrirlo asi que deje una nota, disculpandome por la forma de irme y me fui.
Pase la manhana en el motel, fumando y bebiendo, cosa que jamas habia hecho. Me quede colocada en la cama y a la noche me dispuse a volver a salir. Encontre otra discoteca y volvi a hablar con gente pero esta vez, dos chicos. Fuimos a la casa de uno de estos y transcurrio la noche hasta que ambos quedaron satisfechos de mi. Pero yo, volvi a sentirme vacia.
Pase varias noches borracha y entre gente desconocida, aunque siempre con proteccion. Queria desfogarme, no desgraciarme.
Me levante el sexto dia, mirando al techo. - Que conho estoy haciendo?- suspire. No sabia de que trataba eso, pero una imagen rota aparecia en mi corazon: Taylor llorando. Me mato. Senti que el mundo se me vino encima, pero luego se me vino otra: Luz y yo acostadas en la playa a la noche demostrando todo y sobre todo... A mi feliz.
Trate de visualizar algo que me hiciese feliz al instante, pero me di cuenta de que en ese lugar alejado, con sexo a quemarropa, no era mi lugar. Asi que cogi el primer bus que me llevase a mi pueblo. Mire el movil y tenia la fotografia de una de las playas en la que estuve con Taylor. Suspire y decidi olvidar por un segundo lo que me recordaba.
Cogi el primer autobus que me llevaria hasta mi pueblo y volvia a mirar por la ventana mientras lloraba indecisa e incluso arrepintiendome. Pero me dio igual. Pase de mis sentimientos y llego mi parada. La ultima parada. Estaba nerviosa, confusa y sentia nauseas.
Que me estaba pasando? Despues de seis años de relación me habia aburrido? O es que el era demasiado monotono en comparacion con lo que mi cuerpo necesitaba a parte del sexo?

Me baje y procure que nadie me viese. Corri a casa de Luz, supuse que me la encontraria alli.
Toque la puerta y escuche de su voz -ahora vengo eh? No te muevas... - el corazon se me encogio y yo, no supe reaccionar.
Abrio la puerta y yo me quede de piedra. Ella se quedo mirandome y a mi, se me llenaron los ojos de lagrimas, tan solo pudiendo balbucear una incomprensible palabra para mi - ca...carinho?- me miro mientras una lagrima recorrio mi mejilla. No podia creermelo, me habia mentido sobre lo que sentia? Una voz de hombre, al ver la puerta encajada por Luz, atrevio a contestar - Luz, pasa algo? - ella le dijo que no. - Adele, estoy ocupada ahora mismo, no puedo estar aqui... Tengo que cudar de Rom...- negue haciendola callar - ahora entiendo... Ahora lo entiendo todo... Crei que despues de tantos anhos no me harias esto y menos tu..- ella nego. - mi vida no es lo que tu crees carinho... Podemos quedar manhana para hablarlo? - negue. - no habra un manhana. - sali corriendo, me sentia tan estupida. Ella alzo el brazo, intentando cogerme pero tal rabia era la que sentia que si quiera pudo agarrarme, tuve mas rapidez que ella.

Corri hasta mi casa sin importarme que habia en mi camino y abri rapidamente la puerta. Cerre de un portazo y me quede encogida en el sofa entre lagrimas. - por que te hice esto, Taylor? Por que? - decia llorando. - no me di cuenta de que ella no me queria... De que queria a otro... Entonces, me quede palida y cai al suelo en una especie de mecanismo de defensa.
Note que aporreaban la puerta, supuse quien seria, pero ni queria, ni tenia fuerza suficiente para ir a abrir.
- Adele, soy Luz... Se que estas ahí, princesa... - me sentia debil y no alcanzo mi voz para contestarle... -no... Quiero... Saber...- al tratar de alzarme, mo cabeza tuvo mayor fuerza que yo y golpeo. - Adele, estas bien??? Adele, responde!!! - intento llamando a la puerta pero no me escuchaba.
Supuse que usaria algo para entrar, siempre conseguia sus objetivos. Uso dos horquillas. Y al cabo de un rato, consiguio abrir.
Estaba tendida en el suelo llorando y ella se acerco rapidamente. La miraba, perdida y mareada, de todos los dias anteriores, supuse. - te... O...dio... - ella nego, echandose el pelo atras y mi rostro era palido y sin gesto. - no me odies, princesa... Puedo explicarlo... El es... - la interrumpi y ella me acariciaba la mejilla mientras yo miraba otro lado. - no... Era tu novio verdad? Te ecuche como te reias y como te llamaba carinho... - ella nego. - eres tu la unica en mi vida... - no tenia fuerzas. - nooo... No... Vienes con esas para engatusarme despues de 10 anhos de amistad de esta forma? No, lo siento pero no... Ya veo lo que querias de mi... - ella me tapo los labios con un dedo y me cogio en brazos a lo que no pude resistirme. Me subio a la cama y por el camino me volvio a decir que no. Que era la unica y que necesitaba explicarmelo. - esta semana... Han pasado muchas cosas ... - dijo, entristecida. Negue. - ya no sientes lo mismo por mi.. - ella nego y me beso la frente. Senti que el mundo, mi mundo se puso contra mi y no me dejaba dejar de llorar. Ella acariciaba en silencio mi cara, desde detras mia. Mientras tanto, yo estaba mirando al otro lado entre lagrimas - te... Te odio... - dije mordiendo encias. Ella nego. - no, no me odias... Odias que haga esto... Pero no es para nada lo que tu te piensas, princesa... Te quiero solo a ti... - decia con tristeza. - NOOO! - grite mientras lloraba. - intentas darme una leccion? No te vale decirme la verdad? No te va...?- me callo con un beso que no pude negar. Deje besarla y la traje para mi, tirandola en la cama y poniendome encima mientras lloraba. Acaricie su cuerpo y bese su cuello. Baje mis manos a su pelvis y le miraba a la cara. - no me puedo creer que me hicieraas esto. Ella nego entre gemidos... - no es lo que crees. - trato de ponerse al mando y me negue. Le bese el cuello, mordiendola y dejandole una marca de mis labios por alli mientras le escuchaba jadear. Echaba tanto de menos esto... No podia resistirme a ella. Su aroma, su voz, su forma de quererme, como me tocaba y como me queria... Quien podia resistir eso?

Paso la tarde, entre sabanas la miraba, agotada las dos. Cerre los ojos, le di la espalda llorando. Me sentia imbecil, el ser mas despreciable de todo el mundo... Y ahora sentia que era su objeto. Ella estaba siendo mi cocaina, mi heroina, mi razon de existir y no podia dejarla ir... Pero tampoco sabia que escusa le pondria a Taylor... No sabia nada de el... La ultima senhal de vida fue el dia que me fui. No tenia valor de acercarme a contarle la verdad.... Me iba a odiar... Y yo sabia que si el no me perdonaba, yo no lo hiba a hacer.

La mire, estaba abrazandome dormida y no supe reaccionar. Aparte su mano de mi y ni si quiera me despedi. Volvi a dejar una nota en la mesa "no me esperes, vete cuando te despiertes... No creo que este preparada para esto... Lo siento... Te llamare cuando sea preciso... Si eres capaz de ser sincera, me avisas"... Deje la nota sobre la mesa y me entraron ganas de vomitar, asi que corri al banho, lo hice y sin fuerzas en el cuerpo, sali de casa. Ella ni se inmuto.

Fui a casa de Taylor y llegue a eso de las seis. Llame a la puerta, llorando y palida. Me recibio con los brazos abiertos y yo, le abrace. Me senti segura, viva y... Realmente culpable de todo... No entendi lo que le estaba haciendo... Pero ella era una droga... Pasajera? Quizas. Pero era una droga dificil. En un momento del abrazo pense que no podia dejarlo. Que le queria solo a el y a nadie mas. Cerre mis ojos... - mi vida... - susurro. - te amo- conteste. Suspire, habia dicho la verdad? No lo supe en el momento, pero si pense que lo senti. Le bese, sin dejarlo de decir nada mas. El se dejo mientras me agarraba la cintura. Me senti ansiada, vacia. Asi que le bese con mayor intensidad. No servia de mucho, pero si sentia menor ansia. Trate de saciarme en sus labios mientras notaba un ligero cambio de temperatura en mi que me hizo parar. - agg... - decia entre dientes con los ojos apretados. - que te pasa carinho?- me miraba con preocupacion. - necesito ir al ba...- sali corriendo y no mas llegar al banho me puse a vomitar. El se acerco a mi, sosteniendome el pelo. - que has comido cielo?- me encogi de hombros, limpiandome y lavandome la cara, ya que me sentia realmente sucia. Me moje un poco la frente, dejandola humedecida. El me ofrecio acostarme un rato en su cama y lo preparo todo genial para que me sintiese comoda; me puse el pijama, el puso la tele, un cubo al lado de la cama, una silla para el, trajo aquarius para el vomito e incluso me puso un panho humedo en la cabeza. - siento lo de la otra vez... - le dije con tristeza. - he sido una imbecil, no merezco esto, no te merezco... Debes de saber todo... Yo... Yo... - el nego. - no se donde ni que habras hecho esta semana pero si me prometes que soy el unico... Todo seguira su curso y en menos de un mes, habra una boda. Asenti, sin seguridad, pero cansada.
Pase la noche vomitando y mareada. Asi paso la semana y no recibia noticia de Luz. A pesar de no comer, subi de peso un poco pero no le dije nada a Taylor.
Tenia la inmensa necesidad de sentir a Luz, pero iba disminuyendo un poco con cada segundo. Eso, o me estaba mintiendo.
Taylor y yo pusimos fecha a la boda y decidimos entregar en mano las invitaciones. Fuimos a casa de Luz, donde abrio ella y de nuevo se escucho una voz masculina de fondo. Ella me miro y yo me quede sumida en sus ojos. - Luz, venimos a invitarte a nuestra boda. Puedes traer algun amigo eh? - Tay sonrio, habia escuchado lo mismo que yo. Ella sonreia aunque sus ojos no le correspondian. Solo me miraba a mi, Tay se despidio con dos besos, y ella se acerco a mi. Senti su fragancia y ella me abrazo - se feliz con el... Princesa... - dijo con voz temblorosa... - tu tienes a otro.- dije, ella nego. - no puedo explicarte ahora... - suspiro - tengo que ir a ayudarlo.- decia triste mientras Tay estaba esperandome en otro sitio. Fuimos a mas sitios enviando la invitacion.
Llegamos a casa y ya me sentia cansada. Tenia mucha confusion en mi cabeza.
Taylor me miraba reposando su mano sobre el marco de mi puerta. - Bueno, princesa... - dijo acercando su mano a mi cintura. - dime... - decia nerviosa, como una adolescente a punto de dar el beso al chico que le gusta, por lo que no me provoco mala impresion y, pense que me gustaba. - es hora de ir a dormir... - se mordio el labio y yo no sabia que hacer. Paso su mano por mi vientre y encogi leve este - no... - me daba muy mala impresion. - no me encuentro bien, cielo... Hoy no... - lo cierto es que no sabia si era del todo eso. Pero sentia nauseas. - esta bien, princesa, quieres que me quede? - propuso. Negue, preferia estar sola esa noche y asi se lo dije. El pregunto si estaba segura y asegure que si. Asi que termino dandome un beso y se fue.

Pase las horas dando vueltas en la cama y levantandome a vomitar cada dos por tres. No sabia que me estaba pasando, pero no fui al medico.
A las tres de la manhana sono de nuevo el timbre y me levante, un tanto mareada a abrir. Vi la chaqueta de Taylor en la mesa asi que la cogi, ya que supuse que era el. Entonces, abri la puerta. - aqui tienes tu chaque... Que haces aqui!?- dije sorprendida al ver a Luz. -no quiero verte hasta el dia de mi boda, vete. - cerre la puerta pero ella interpuso el pie. - no me ire, pero aun no te puedo explicar... El no es quien tu crees... - cerre los ojos dejando escapar lagrimas y ella no quitaba el pie. - por que he de creerte?- pregunte. - yo jamas te mentiria...- respondio. - cuando me diras la verdad?- suspiro. - cuando el este preparado... - mordi encias - sabe algo?- aprete las manos agarrando la puerta. - no, pero pronto lo descubrira... El no sabe que yo soy... - le pare - callate, vete- ella puso, sin verme, su mano sobre la mia. - nunca sin antes besarte - senti ganas de ir a vomitar. Solte la puerta y corri al banho. Ella entro, cerro y fue tras de mi.
Sali del banho y ella me miraba preocupada -que te pasa, cielo?- decia. -nada, estoy bien. - conteste, mareada. Ella me agarro la mano y yo mire a otro lado. - vete - se acerco - que te vayas- acerco su rostro al mio, y paso rozando mis labios. - qu...que haces?- ella paso de nuevo sus labios. - demostrarte que quiero estar contigo, feliz y que solo quiero eso. Y tambien que no quieres que me vaya...- negue - me voy a casar, ya lo saben todos por escrito, en 14 dias me caso... - ella me miraba con deseo - besame, me da igual si solo soy la otra pero te necesito- negue -no puedo volver a hacerle esto a Taylor... - ella comenzo a besarme el cuello - por favor, no sigas... - ella siguio. - rechazame de verdad...- decia sin parar -sabes que no puedo...- nego. - porque me quieres tanto como yo a ti. - me mordi el labio, echandome en la pared. - y no voy a dejar de luchar por ti...- me agarre a la pared mientras ella seguia, bajando por mi escote. - no sabes cuanto te quiero, te deseo... Pfff- dijo con la mano en mis muslos. - hoy no... - dije -¿cuándo?- negué -nunca.- ella subio a mis labios besando estos levemente y a penas pude resistir. - no parare, hasta que lo sientas de verdad- tenia que vencer la tentacion pero ella seguia insistiendo y yo, crei entender la verdad.
No deje que la pasion me llevase. Tenia que casarme con Taylor. El era el amor de mi vida desde los 15 años y el me conocia mas que nadie a pesar de que los sentimientos hacia Luz fuesen asi. El era increible y ella... Ella no tenia descripcion. Lo que sabia es que no estaba haciendo nada bien todo eso y que iba a ser dificil. Pero ella comprendio que necesitaba seguir con el, aunque supe que tarde o temprano volveria a mi.
- Luz… Ve a ca…casa… - Decía mientras ella pasaba su mano por mi entrepierna. – Por favor… Antes de que… - Ella me miró. - ¿Antes de que…? – Me mordí el labio – De que haga una locura y no te pueda dejar escapar…. Necesito casarme con Taylor, ¿entiendes? No puedo serle infiel… El … es … el…amor… de… mi… vida…- Contesté. Ella negó mientras me besó el cuello. – No lo quieres, princesa… Para ti es más fácil creer que le quieres a él, que quieres estar con él porque así toda tu familia estará contenta con tu decisión, y podrás tener una vida normal frente a todo, pero sé que me quieres a mí, y yo, te quiero a ti… - Dijo en mi oído. Negué. – Le quiero a él… - Me mordió el oído. –Ardes en deseo de volver a sentirme tuya y de que te haga sentir mía, aunque no me creas, porque creas que te miento, pero si me permites dentro de poco te explicaré todo más detalladamente. – Me mordí el labio. - ¿Explicarme…? Sí… Ya… Joder… para…. Esto no me puede estar pasando… - Traté de armarme de valor, pero no tenía mucho, después de todo lo que me estaba pasando. Pero me armé. La aparté, agarrándola del hombro. – Para, Luz. Todo esto ha sido muy bonito, y me ha encantado todo. Pero ha sido un gran… error en mi vida, cariño. Esto no puede pasar, yo necesito casarme con Taylor, pues él es el que me ha dado vida desde hace más de seis años y tú, si, me has dado mucho placer, y muchas aventuras, y no las cambiaré por nada del mundo, pero esto ha acabado… Esto no puede seguir…- ¿A quién pretendía mentir? Necesitaba que se fuese. – Serás una figura muy importante en mi boda y me encantaría que fueses, es más, te agradecería que me acompañases a comprarme el vestido, si quieres. – Ella asintió, con los ojos llenos de lágrimas. – Claro que te acompaño, princesa. No te preocupes… No… Volveré… A provocarte, ¿Vale? No seré un incordio… - Me mordí los labios, cerrando los ojos y ella me besó la frente y se fue. Me deslicé por la pared y caí al suelo llorando. No sabía si había dicho la verdad o había vuelto a mentir, pero me sentía fatal y con un increíble dolor en el estómago. Corrí de nuevo al baño y volví a vomitar, quedándome tumbada en el suelo, mareada. Si no me estaba muriendo, es lo que realmente sentía. Sabía que me estaba mintiendo, pues lo que sentía en ese instante al decirle todo eso a Luz, era dolor, mucho dolor, pero tenía que soportarlo, Taylor no se merecía todo lo que estaba haciendo y lo menos que debía hacer, era… Decir adiós a lo que me devolvió la vida y el placer durante dos semanas.

Me quedé dormida en el suelo del baño y por la mañana, sonó el timbre. Me dolía mucho la cabeza y no me sentía demasiado bien, así que a zancadas y mareada fui a abrir. Era Luz. Me vio pálida y al verla, se me bajó más el azúcar y casi me caigo al suelo. Ella me sostuvo y en brazos me llevó hasta el sofá. – Cielo… Necesito hablar contigo… - Negué, llorando mientras miraba a otro sitio. – Anoche te lo dejé claro. – Dije con voz firme. – No es sobre eso, es sobre la voz del chico… - Negué, callándola con el dedo. – No quiero saber nada de eso, no tienes que darme explicaciones- Le dije con firmeza, tratando de evitar situaciones en las que pudiese dejarme llevar. Me puse la mano en la boca, mientras trataba de no vomitar. Corrí al baño y volví a vomitar. – Cielo, llevas unos días así, deberías ir al médico. – Negué. –Estoy bien – Dije. El timbre volvió a sonar y ésta vez, fue Luz la que abrió y se encontró a Taylor que se quedó a cuadros al verla abrir. – Bueno, yo ya… Me iba, pero deberías cuidar a Adele, adiós. – Ella salió corriendo y Taylor sólo se dignó a asentir, vino a mí, preocupado. – Mi vida, ¿estás bien? – Negué. – Me siento débil y… no tengo fuerzas… Siento algo muy fuerte dentro de mí que me debilita… -
Él me cogió en brazos y volvió a llevarme al sofá, mientras me puso un paño mojado en la frente. Ideas rondaban mi mente, pero sin embargo, no quería sacarlas a la luz. El acariciaba mi mejilla y yo sin fuerzas lo miraba. – Tengo que ir a la farmacia – Dije, tratando de incorporarme. Él negó, impidiéndomelo. – dime qué quieres comprar, y yo voy. – Negué. – No, tú no… - Él suspiró. –Venga, dime, ¿Qué te pasa? ¿Qué temes? – Lo miré mordiéndome el labio. – Taylor, creo que estoy… - Él me miró, y yo me quedé trabada. – Ya sabes… eh… - Puse la mano sobre mi tripa y él quedó alucinado. - ¿En.. En serio? – Me encogí de hombros. – Llevo más de una semana vomitando y no me siento nada bien. Necesito una prueba para confirmarlo y… - Me interrumpió. – ¡¡PERO ESO ES GENIAL!! – Gritó emocionado. Sonreí como pude y él me abrazó. – Voy a comprar YA una prueba, cielo. – Me besó la frente y salió. Me quedé mirando la televisión, tratando de evadirme, y no pensar más en Luz y lo que sería de mí.
Las lágrimas recorrían de nuevo mi rostro y sentí ahogar mis células, pero me dio igual.

Taylor apareció por la puerta con la prueba y vino corriendo. Me sequé las lágrimas y cogí la prueba. – Cielo, esta tarde voy a quedar con Luz para ir a por el vestido, ¿vale? – El asintió mientras que yo iba al baño. Tras un rato, salí de éste, con la prueba en las manos sin poder creerme lo que ponía. Me quedé pálida en la puerta del baño mirándolo. –No…- Él me miró fijamente. – Dime que es mentira… - Sentí una punzada en el pecho y lo último que recuerdo de ese momento, fue a Taylor corriendo para mí, pues me había desmayado.
Cuando abrí los ojos, Taylor me sostenía la mano, en el sofá, con algo frío sobre la cabeza. – Cielo, ¿Estás bien? – Pregunté que qué pasó. – Saliste del baño y… la prueba… - Le miré. – La prueba… ¿qué dio? – Me miró ilusionado. - ¡¡Vamos a ser papás, cariño!! – Traté de sonreír, mi vida acababa de terminar, ahora sí que no tenía nada claro. – Luz te ha llamado, cariño, dice que vendrá para ir a lo del vestido, ¿vale? Vendrá a las cinco, así que, cuando ella llegue, yo me iré con Cris a echar unas partidas a la play, ¿Estarás bien? – Asentí, mintiendo de nuevo, como últimamente no paraba de hacer.

Tras un rato viendo la tele, sonó el timbre y Taylor fue a abrir, era Luz. Me levanté y cogí lo necesario, ella trajo el coche para ir a por el vestido. Taylor se fue, alegando a Luz que me tratase bien y ella aceptó el trato. Yo me reí.
Subimos al coche y fuimos camino de la tienda, mientras tanto se formó un silencio horrible. Más tarde bajamos y sentí que me mareaba, ella me sostuvo por la cintura y yo me apoyé en sus hombros. - ¿qué te pasa, Adele? Cuéntamelo… - Le miré con la mirada triste. – Taylor y yo… - Me miraba preocupada. - ¿Qué pasa? – Lloraba mientras cogí su mano y la puse en mi vientre, un poco hinchado. – Vamos a ser… - Ella me abrazó por la cintura mientras yo lloraba sobre ella. – No… - Ella me besó la cabeza. – Verás como todo va bien… Vamos a por el vestido y te distraes ¿Vale? – Me mordí el labio. - ¿Y si no me caso? No quiero casarme, Luz, no quiero. ¡No quiero! – Ella negó limpiándome los ojos. – Princesa, tienes que casarte… Él te quiere, y tú… Le… Quieres… - Decía mientras yo negaba. – Es lo mejor para ti… - Le paré. - ¿y tú? ¿Qué quieres que haga? – Me miraba a los ojos. – Quiero que me quieras, pero quiero que seas feliz y si tu felicidad irá más por él… Ve con él, te merece más que yo. Es normal que tengas dudas ahora, pues es algo muy importante pero ya verás que ahí no tendrás dudas. – Asentí y fuimos a por el vestido, ella se mordía el labio. Me cogió de la cintura y me dejé mientras fuimos a la tienda. Ya allí comencé a probarme el vestido y sus ojos se iluminaron al verme con él puesto, a la vez que se rompieron con ello.

Notaba su mirada sobre mí, mientras me hacían los retoques y a eso de las nueve, volvimos a casa. Faltaba muy poco para la boda y me sentía muy extraña por ello. -¿Te apetece ir a cenar algo, cielo? – Propuso ella. – Pago yo – Alegó. Asentí y me llevó a un bar un poco alejado del pueblo donde se respiraba aire de la naturaleza, pues estaba situado en medio de ésta. Pedimos y cenamos mientras hablábamos y contábamos anécdotas divertidas. Bebí, tratando de olvidar y en medio de la cena, me llamó Taylor. – Hola cielo… - Contesté. Él me preguntó dónde estaba. Le dije el sitio. - ¿sabes cuánto queda para casarnos? – Me dijo. - ¿cuánto? – Sonreí. – dos días hará dentro de dos horas.- Reí y le dije que era imbécil, además de que tenía que colgar.
- Lo siento- Dije a Luz y ella con la mirada agachada negó. – No pasa nada, cielo. –

Volvimos a casa y ella me acompañó hasta la puerta, apoyándose en el marco de la puerta. Estábamos borrachas y se acercó a mí, mientras yo estaba echada en la puerta. – Preciosa… - Me dijo muy de cerca. – Me encantaría ser Taylor… - dijo a mi oído. Ella no había bebido tanto, pero aún así le ofrecí quedarse en casa y ella aceptó. – Con una condición. – Me dijo. - ¿cuál? – Pregunté. – Dormir en tu cama – Asentí, pues no sabía lo que estaba haciendo. Me cambie ante ella y le dejé ropa mía para que durmiese más cómoda. Me acosté al lado y terminamos durmiéndonos.

Ya era por la mañana y estaba reposada en su pecho, dormida, cuando ella me miraba, acariciándome el pelo. – Eres lo único que quiero ver no más levantarme… - Susurró, mientras besó mi cabeza. – Ojala estuvieses todos los días así conmigo, princesa… - Miraba al techo mientras me abrazaba y yo, dormida sobre su pecho, le agarraba. Una lágrima recorrió su rostro y yo, poco a poco con la luz del sol me iba despertando. La vi y me asusté un momento, a pesar de ser una de las imágenes más hermosas que había visto por la mañana. - ¿Ha pasado algo? – Pregunté, pues no recordaba nada. – Ha sido la mejor noche de mi vida… - Contestó y me asusté. – Pero no, no ha pasado nada preocupante. – Miré a todos lados. -¿Qué día es hoy? – Ella suspiró incorporándose. – Jueves, mañana te casas. – Me llevé las manos a la cabeza. - ¡MIERDA! – Ella preguntó que qué pasaba. - ¡No preparé despedida de soltera! – Ella negó. – ¿Qué no? Pues ya te preparo yo una, paso esta noche por ti a las nueve, así que estate lista porque verás. Pero me he de ir ya para preparar todo. – Sonreí y ella se vistió rápidamente. – A las nueve paso por ti, princesa. – Me besó la comisura y se fue corriendo. Taylor me llamó al teléfono y lo cogí. – Hola cielo- Dije. – Hola mi vida – Contestó. – Hoy no nos podemos ver… - Le dije que era así, pero que le echaría de menos. - ¿tienes algo preparado para esta noche? – Me preguntó. – Luz preparará algo, ¿Y tú? – Se rió. – Cervezas, play y Cris. Bueno cielo, cuelgo que voy a hacerme de comer. Chao.-

Se me fue el santo al cielo, no me había dado cuenta de la hora que era y tenía que ir a comer y hacer varias cosas, entre otras, prepararme para esa misma noche. Así que comencé a ello. Comí, me duché, me puse guapa, preparé las cosas del día siguiente y quedé con mi cuñada a una hora para que me maquillase y peinase correctamente. Dejé todo preparado para el día siguiente y me vestí de nuevo, vistiéndome y desvistiéndome como si se tratase de algo muy importante. Me sentí nerviosa, pues no sabía qué estaba preparando. Llegó las nueve y sonó el timbre. Abrí corriendo y salí de casa, ella me llevó en su coche hasta la suya y me tapó los ojos. Me sentó en una silla y parecía que su casa estaba llena de colores. Me destapó los ojos y ella estaba vestida con un vestido negro y corto y con unos tacones. Su escote estaba pronunciado y yo no sabía si podría controlarme. – Pensé que te gustaría bailar, así que escogí algunas canciones marchosas para bailar, también pensé que como última noche de soltería… Podríamos bailar aquí, así que… Hice un par de cosas para dejar la casa sola. – Le miré. - ¿Y el chico? – ella me miró. – Mañana lo entenderás todo, pero aún no puedo, él está… Con… Un amigo… Sí, eso es… con un amigo… Está con un amigo… No te preocupes- Noté su mentira.

Estábamos bebiendo cuando de repente ella me propuso bailar y acepté. Ella estaba bastante borracha y se puso a bailar, provocándome. Yo, aunque también bebida, traté de sostenerme y no rozarla demasiado, pero mis hormonas no me lo permitían. Ella cogió mis manos y las puso en su cintura. Mientras bailaba y yo le dejé. De un movimiento, apartó su pelo hacia un lado y comencé a besar su cuello, sin ser dueña de mis actos. Llevé mi mano a su tripa acariciando esta y le mordí el cuello. – Te deseo, joder… - Le dije, pasando a morder su oreja y entonces un flash iluminó mi cabeza, dejándome sobria en un momento y me alejé. – Perdón, no debí hacer eso… - Miré el reloj. –Debería…Debería…Debería ir a casa, son las cuatro, mañana he de levantarme entera, me voy, ya, ¿vale? – Ella me cogió de la mano, parando la música, para que no me fuese. – Deja que te acerque…- Negué, pero ella insistió y terminé diciéndole que sí.

Estábamos de camino a mi casa en su coche cuando ella de nuevo me acompañó a la puerta y trató de decirme algo, pero no pudo. – Mañana te veré, princesa… - Asentí. – Estaré allí… - reí, nerviosa. – He de estar allí. – Dije, suspiré. – Estate tranquila, ¿Vale? Todo saldrá bien y… recuerda que te quiero… - Me mordí los labios. – Siempre lo hago. – Ella me miró y me agarró del mentón. – Lo siento – Susurró mientras se acercaba a mí, rozando mis labios con los suyos. – La última… - Cerré fuerte los ojos, dejando que ella me besase y correspondiendo al beso. Mis hormonas me jugaron una mala pasada, haciendo que le agarrase de la nuca y de la cintura, acercándola a mi, pero rápidamente me controlé. Le solté y me mordí el labio mirando el suelo. – Mañana… Será… Así que… Es hora… De que… Vaya a dormir… - Ella asintió. – Te quiero, princesa. – Me mordí el labio y cerré los ojos tratando de no soltar las lágrimas. – Y yo.– dije, un poco seca. Ella se fue y yo entré a casa.

Pasé la noche a penas sin dormir, nerviosa. Y por la mañana llegó a las diez mi cuñada, la cual me peinó y me puso como una verdadera princesa. Si quiera me reconocía al espejo. Me sentía triste y ella me lo notó, terminé contándole todo y ella me dijo que todo iría bien.
Era la hora, así que marchamos y a los cinco minutos de Taylor llegar al altar, llegué yo. Ví a toda la gente mirándome y sentí que me iba a caer. Mi hermano me sostenía del brazo y yo sentí que me iba a desvanecer. Miré a los lados y encontré a Luz, sosteniendo la silla de ruedas de un chico, el que parecía ser su compañero. Le sonreí y miré abajo y más tarde, a Taylor. Me quedé mirándolo y él estaba hermoso.

El cura comenzó a dar la típica charla aburrida de todas las bodas, la cual nadie quería tragarse, pero todos lo hacían por respeto. – Ahora, si alguien tiene algún impedimento por lo cual éstas dos almas no puedan unirse en un sagrado matrimonio, que hable ahora o calle para siempre. – En la sala se inundó el silencio y miré a Luz. Ella estaba con las lágrimas saltadas y la veía hermosa. El chico al que traía parecía decirle algo, pero ella no decía nada y yo, tenía ganas de parar todo. Una lágrima recorrió mi mejilla y Taylor, la secó. – Si no hay nada que objetar, proseguimos con el tema. – Decía el cura. - ¡NO! – Se escuchó desde atrás. Y entonces salió Luz entre la gente. – No pueden casarse… - Decía, llorando. - ¿Y por qué dice usted eso, señorita? – Objetó el cura. – Porque no, señor. Ésta señorita es lo único bueno que me ha dejado la vida, y si se casa juro que me muero. Lo siento Taylor… - Decía llorando mientras me miraba a los ojos. – Adele, yo te quiero y no puedo dejar que te cases porque sé que tú también me quieres. Quiero vivir contigo y despertar juntas cada día, verte dormir y no hacerlo yo, sólo por verte. Porque no te oculto nada, tú lo sabes todo y, ahora si puedo decirlo, sin miedo… Aquél chico que escuchaste, era mi hermano… Él no quería que dijese nada, pero hoy he de decirlo, porque no puedo más… Él ha venido desde muy lejos para hacerse un tratamiento aquí… - Bajé la cabeza y negué. – Adele, te quiero. Te amo y no puedo dejar que vayas con él, después de todo lo que ha pasado… ¿sabes? Lo siento, Taylor, de verdad, que lo siento, pero no puedo controlar lo que siento dentro de mí. Lo que ella hizo que sintiese dentro de mí, no lo puedo controlar, porque… Si lo hiciese, ahora mismo, no estaría haciendo de ésta ceremonia un fraude. Lo siento… Pero mi corazón está más por ella de lo que tu imaginas. – Taylor me miró, dolido, sin saber qué decir. - ¿Y bien, señorita? – Dijo el cura, dirigiéndose a mí. – Yo… Lo siento… lo siento muchísimo también, pero no puedo hacerlo… - Miré a Taylor. – Miro a tus ojos y veo futuro, amor… Pero miro a sus ojos y veo, futuro, veo amor, veo deseo y veo cosas diferentes que no veo contigo… - Él me miró entre lágrimas. – Íbamos a ser… - Le corté. – Y lo seremos, pero… No puedo seguir con ésta mentira, Taylor… Tú no me mereces y… Yo no puedo seguir así porque miento… Miento si digo que quiero un futuro en el que no está ella y… - Le cogí la mano. – Y es que es ella lo que quiero ahora mismo y quizás me arrepienta, que espero que no, pero soy sincera ahora para todo el mundo. Ahora que toda mi familia está aquí, quizás unos se sientan defraudados y otros… Felices por mi o simplemente confusos, pero he de decir que si me comprendéis, seré la persona más feliz del mundo, y que si no, seguiré tratando de ser la persona más feliz del mundo. Porque he dicho la verdad y ahora me siento bien por ello… - Las lágrimas recorrían mi rostro, no sabía si de felicidad o de tristeza y abracé a Luz con todas mis fuerzas. Me puse ante Taylor y él me miró llorando y sonriendo. Me acarició la mejilla. – Te quiero muchísimo, cielo… Y quiero que seas feliz aunque de eso trate mi tristeza, porque con eso me conformo, ¿Vale? Así que… Me duele, pero lo superaré y pronto… Podré llevarlo a cabo en mi vida… - Le abracé. – Te quiero, Taylor, muchísimo, pero… No es lo que siento por ti, si no lo que siento por ella… Eres mi rey, pero… La reina lleva los pantalones ahora… - El asintió y me besó la frente.
-Ve con ella, corre lejos y ve donde íbamos a ir nosotros, ve a ese hotelito y disfruta muchísimo que también te lo mereces. - Le abracé fuerte y corrí con Luz de la mano. Mientras tanto, los demás, aplaudieron. Y fueron a consolar a Taylor.

Lo sentí muchísimo, pero él se recuperó. Mi barriga fue creciendo poco a poco y yo, me sentí segura de mí misma. Faltaba poco para el parto y éste fue genial a pesar del dolor. Taylor lo contempló, como un buen padre y dijo que vendría muchas veces a jugar con la niña. Decidimos llamarla Sophie, como la madre de él, y Luz y yo estábamos de acuerdo. Ella me besó la frente, cuando estaba dormida y estaban hablando sentados mientras miraban al bebé. – Es hermosa, ¿eh? – dijo Taylor. – Se parece a su madre. – Dijo Luz. – Pero tiene tu nariz. – Taylor sonrió. – Menos mal que ha adoptado los ojos de su madre… Es tan hermosa… - Sonreía como un pequeño a punto de hacer algo grande. – Lo siento mucho, Taylor… - Él negó. – No quiero que lo sintáis. Al contrario, habéis cortado una mentir a y eso es bueno… - Luz sonrió y le abrazó. –Eres un buen hombre. Me alegro de que hayas sido tú la que la ha cuidado tanto tiempo. – Él le miró y sonrió. – Me alegro de que seas tú quien pueda cuidarla. Mímala, ¿eh? – Luz asintió y me desperté. – Hola… - Me sentía muy mareada. Pero todo fue viento en popa. Salí pronto del hospital. Sophie fue creciendo muy rápido y fue una niña muy hermosa. Su papá venía a verla muchas veces en la semana, por lo cual ella creció con su padre delante. Luz y yo, estábamos muy bien, y nos mudamos a vivir a su casa, ya que en la mía, vendrían mis padres a vivir.
Por una vez en mi vida, pude decir que me sentía plena y feliz. Sabia que había provocado muchas cosas y había hecho muchas cosas malas, pero en ese instante no me preocupaba, pues ahora mi mayor felicidad se concentraba en Luz y en Sophie.
– Muchas gracias por aparecer en mi vida. – Le dije a Luz. Ella negó mientras puso su mano en mi nuca. – Muchas gracias por ser parte de toda mi razón. – Sonreí y le besé, quedando sumida en sus labios. Había vuelto a vivir, y a recuperar esas noches de placer con la persona con la que ahora sí me levantaría cada mañana y vería despertar.