Corazón encogido

Maldito tiempo,
que se interpuso para no dejarnos pasar...

Maldita distancia,
que siempre estaba ahí, para no olvidar...

Maldita sean mis ganas,
que siempre estuvieron para labrar...

Maldito el destino,
que te puso en mi camino para hacerte marchar...

Malditos los ingratos,
que no saben lo que tienen hasta que lo pierden...

¡¡Maldita sea yo!!
¿¡En qué mente cabe volver a enamorar!?

Sólo las lágrimas son las protagonistas,
un corazón a medio latir, que no llega a gritar,
me encuentro en un pozo, en el fondo,
y ni el suelo puedo alcanzar...

¡Me ahogo! ¡Me ahogo!
¡Le grito al socorrista desde el mar!
Más, éste, incrédulo me mira,
y saludando se queda sin más...

Malditas sea las ansias,
éstas duras que tengo de llorar,
hasta que el corazón me pare,
y con ellos me encuentre en el mar...

¡Maldita sea! ¡De verdad!
¡YA NO PUEDO MÁS!
Ésta dura represión,
me puede con el respirar...

Perdóname si hice algo mal,
más mi intención jamás así fue,
perdóname si no conquisté lo necesario,
pues siempre quise hacerlo así,
perdóname, perdóname si la desidia
fue testigo de algún tipo de abandono...

¡Que baje quien quiera y lo vea!
¡Que mis sentimientos son más que puros!
¡Que quiero seguir contando contigo,
contigo de la mano, a tu lado!


Y créeme cuando hablo,
pues hablo con el corazón,
y créeme cuando te digo,
que no volveras a encontrar alguien como yo...
(quizá es la intención)

6.01.2018