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Bienvenidos

Quería dar la bienvenida y las gracias, a todos aquellos que visiten mi blog.
Agradecería el comentar alguna entrada, simplemente para saber lo que puedo mejorar.

¡Muchas gracias!
¡Un beso!

viernes, 8 de abril de 2011

Futuro próximo

Algún pasarás por aquél lugar,
Donde tu nombre dejé grabado,
A la vera de un “Te amo”

Lo verás, lo leerás.
-No es para mí- Tú pensarás.
Recordarás mis palabras,
Y a tu mente, haré dudar.

Mi firma será recogida,
Apenas visible, pero, la reconocerás.
Yo ya no estaré en este lugar,
Desconcertada, tú te quedarás.

Quizás te dé igual,
Quizás te dé por llamar,
Tal vez, te preguntes, -¿Qué será de ella?-
O, como incógnito, lo dejarás pasar.

Una palabra en mi boca,
Siempre callaré, como loca.
¿Cuándo te darás cuenta?
No lo culpo, no quiero decir.

Viviré en tu suspiro,
Respiraré con tu mirada,
Me alimento de cada sonrisa,
Que derrochas, a veces, con un simple mirar.

De este sitio, he de salir,
De todo esta oscuridad, me tengo que ir.
He de olvidarme, de ti, como de mí.
He de olvidar, todo aquello, que aprendí.

Volveré como desconocida,
Nunca conocí este lugar,
Pasé buenos tiempos,
¿Por qué los malos he de recordar…?

Att: Aje

jueves, 7 de abril de 2011

Pura realidad

Quería comprobar la realidad,
Si toda mi vida por delante,
Pasaría en una situación de dificultad.
Sabía que una imagen,
Aparecería sin cesar.

A un lado, alejado de la ciudad,
Me hallaba junto a mi amiga,
La que me alejaría de todo el mal.

Miraba alrededor, nadie se había de hallar.
Pues si alguien visualizaba aquél acto,
Todo tendría que dejar.

Empuñé sin fuerza,
Miré a la nada, ya no importaba.
No quería comprobarlo, sinceramente,
Lo único que deseaba, era acabar.

Podía ver las flores balanceadas,
Por aquella dulce brisa que las bañaba.
Mientras de mi rostro, lágrimas caían,
¡Quería acabar ese día!

De mi muñeca, todo brazalete aparté.
De mi rostro, todas las lágrimas sequé.
De mi corazón, no conseguía borrar el dolor.
Aquél día, iba a acabar con todo ese sufrimiento.

Sentía deslizar mis lágrimas por mis mejillas,
Podía identificar, el trayecto,
Ahora sí, podía sentir a mi amiga,
Recorriendo por mi piel, así lo hacía.

Gemía de dolor, gemía de rencor,
Más no podía olvidar,
Todo lo que ese cuerpo sufrió.

De mi piel, sangre salía,
Mis ojos, poco a poco se enrojecían,
Era su rostro, el que pasaba por mi mente.
Era su rostro, el que así me mantenía.

-¿Por qué a mí?- Tan sólo preguntaba.
Tampoco esperaba ninguna respuesta certificada.
Me bastaba con un abrazo.

De todo esto, conclusiones saqué,
Y, aún así, siempre quise desaparecer,
Como siempre, una y otra y otra vez….

Att: Aje

miércoles, 6 de abril de 2011

No olvides tus sueños.

Tomé su mano, ¡Lo había hecho! No sé cómo, pero lo conseguí. Le miré a los ojos. Ella tornó mis ojos hacia mí, extrañada. No le aparté la mirada, esperaba que ella tampoco lo hiciese. Acariciaba su mano, para mi sorpresa, ella la dejó ahí. ¿Qué haría? No lo sé… Estaba demasiado nerviosa para pensar en el qué será. Me quedé embobada en ese brillo de ojos que siempre me atrapó, bueno, de haces meses detrás. Intenté hablar, pero no podía. Puso esa mirada, esa tierna mirada que me hacía sonreír, ese brillo apareció en sus ojos y el color de éstos se hizo intenso. Me mordí el labio, esperando que ella dijese algo. Sabía que no iba a decir nada, en el fondo y, llegué a pensar, que, desde aquél momento me empezaría a odiar. Para mi sorpresa, ella se quedó manteniendo la mirada. Sentí la necesidad de sacudir la cabeza, pero no lo hice. ¡Ese era mi momento! ¡Tenía que hacerlo! Ahora o nunca… Podía sentir el corazón estallar en mi garganta. Podía sentir todo mi cuerpo temblando, como un bebé en una cuerda floja. Alcé mi otra mano, la posé en su mejilla, su rosada e inocente mejilla. Podía sentirla, creí que estaba nerviosa, pero no podía asegurarlo. Sus labios formaron esa dulce sonrisa, aquella que tanto me atrapaba. De ésta, dos hoyuelos se formaban en sus mejillas. Le tomé de la barbilla, acercándome con lentitud a ella. Lo había soñado tantas veces, que, creí que sólo era un sueño. La gente pasaba a nuestro alrededor, pero, por una vez en mi vida, estaba segura de que a ella, también le daba igual. Me acercaba dudosa a ella, pues, su posición no cambiaba. Seguía mirándome, alcé su rostro por su barbilla, con lentitud. Ella cedió y comenzó a acariciar mi mano. No sabía si seguir, y ya estaba a unos centímetros de sus labios, podía sentir su respiración. ¿Y si me estaba equivocando? ¡Deseaba tanto besarla! Entrecerraba los ojos, sin dejar de mirarla. Oí sus palabras… Tan sólo llegué a escuchar “Hazlo p...por…” Entonces, pasé mi mano por su nuca, y choqué sus labios contra los míos, terminándolo en un beso. Desde aquél momento, supe, que, lo que sentía, si era correcto.
Att: Aje

martes, 5 de abril de 2011

Nunca sabes quién te puede amar.

- Necesito más de una razón para quedarme aquí.
+ Te quiero.
- ¿Qué tiene que ver?
+ ¿No querías razones?
- Claro, pero...
+ ¿No te vale?
- Pero, dije más de una.
+ Ven, verás... Mira al cielo...
- ¿Qué? Estrellas... ¿Qué hay?
+ ¿Ves que hay muchas, no?
- Sí, pero, ¿Qué pasa?
+ Pues faltan para dar razones del te quiero. ¿Acaso quieres que te diga lo que me haces sentir aquí? Quizás eso valga para que te quedes...
- Pero... Necesito alguna más...
+ ¡Te quiero, te amo, te adoro, te TODO! ¿No lo entiendes?
- ¿Por qué me dices eso..?
+ ¿No te das cuenta, no?
- A ver... ¿qué está pasando...?
+ No me pidas tus razones, porque yo no sé las tuyas. Tengo ganas de uir de este sitio, correr lejos, pero no lo hago. Yo aquí tengo una simple razón, una simple motivación. No quiero retenerte en este sitio, porque sé que tendrás que partir dónde a tí te guste. Éste es mi sitio, si tú estás aquí. Éste es mi sitio, mientras permanezcas. Tú eres la única razón por la que esté aquí. Puedes irte, jamás te lo impediré. Pero nunca olvides que fuiste la razón de una persona, que te llegó a amar y, te ama.