Se cruzaron las miradas y yo ya no sabía que hacer,
Quería saludarle, pues no le vería otra vez,
Su dulce rostro una pequeña sonrisa esbozó,
Una hora esperando, para volverla a ver.
Su dulce sonrisa, parece que algo quiere decir,
De sus labios palabras, nada correspondido,
Quizás tendría que preguntar, y echar valor,
Pero no hay manera, de hablarlo, de nuevo…
Rápidamente me acerque, era inercia,
Sin remediarlo, tuve la necesidad de parar,
Y torpes palabras alcancé a decir,
Un sinfín de cosas, que podría hablar…
Pero en ese momento mi cerebro, nervioso, debía de estar.
Sé que de nuevo la veré, y si no es así,
No sabré que hacer.
Mi mirada se volverá a clavar en sus ojos,
Mientras habla mis ojos se deslizarán a sus labios.
Y en un profundo pesar, mis manos no te rozarán.
Algún día, volveré a tener el valor de decirlo,
De gritarlo por lo alto, mis sentimientos,
De sentir otra vez libertad, y así facilidad.
De esa manera nada será tan difícil, otra vez…
Att; Aje
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